La falta de Merecimiento es uno de los karmas más comunes a sanar en la Humanidad, ya sea por un uso malentendido de las religiones, o por una actitud social de sumisión y baja autoestima, lo cierto es que nos cuesta mucho sanarlo.
Además de no ser cierto, ya que por el simple hecho de haber nacido, merecemos llevar la mejor vida posible; esta creencia limitante, que en muchas ocasiones permanece oculta, nos trae muchos problemas.
Si no aceptamos la idea de que “merecemos” prosperar, entonces, aun cuando los dones nos lluevan, encontraremos la manera de rechazarlos o deshacernos de ellos. Todo lo bueno que nos llegue, nos encargaremos de perderlo casi de inmediato.
Aquello en lo que usted se concentre, es lo que aumenta, de modo que no se concentre en las cuentas que tiene que pagar. Si se concentra en la estrechez y en las deudas, generará más estrechez y más deudas.
En el Universo hay una provisión inagotable, empiece a darse cuenta de eso. Tómese su tiempo para contar las estrellas en una noche despejada, o los granos de arena que caben en su puño, las hojas que hay en la rama de un árbol, las gotas de lluvia que resbalan por el cristal de la ventana…
Agradezca lo que tiene, y ya verá cómo aumenta. Lo invito a bendecir con amor todo lo que hay actualmente en su vida: su hogar, el agua, la luz, el teléfono, los muebles, las cañerías, los utensilios, su ropa, su coche, su trabajo, el dinero que tiene, sus amigos, su capacidad para ver, escuchar, sentir, saborear, tocar, caminar y disfrutar de este planeta increíble.
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