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Foto del escritorKlaux Reyes

Carta de Duelo a los No Nacidos



La experiencia de haber vivido un aborto, deja una herida muy profunda en la vida de la mamá y del papá.

Desde la mirada de la Biodecodificación, se considera aborto a la finalización e interrupción prematura del embarazo antes del día 180 y su sentido biológico es de supervivencia. Inconcientemente se activa una programación que dicta, que no es posible seguir adelante con la idea de tener al bebé porque eso sería peligroso para la vida de la mamá, del bebé o la vida de ambos. Lo oculto a nivel inconciente es un fuerte miedo a morir.

Desde la B.Transgeneracional y la terapia sistémica el aborto se vive como una pérdida del ciclo vital que afecta a todo el sistema familiar. Un hijo no nacido es una experiencia traumática que requiere hacer un proceso de duelo, muchas veces esta pérdida no es reconocida socialmente con la importancia que merece, por eso, para sanar la herida es importante reconocerla y trabajar en ella.

Realizar un ritual de despedida puede ser una buena manera de honrar la vida que no pudo ser y cerrar el ciclo con amor y respeto. El ritual de una hija o un hijo no nacido puede tener diferentes formas, dependiendo de las creencias, valores y necesidades de cada persona. Lo importante es crear un espacio íntimo y seguro donde expresar los sentimientos, poder reconocer el vínculo con el bebé, agradecer su presencia y soltarlo con paz.

El ritual puede incluir elementos simbólicos como velas, flores, cartas, música o lo que se considere apropiado. El objetivo es facilitar el proceso de sanación emocional y espiritual que se formó después de la experiencia y restaurar el equilibrio del sistema familiar.

Con mucho respeto y amor les dejo una carta que si resuenan con ella ,pueden tomar, completar y usar. La carta, está tomada de la red y modificada para que cumpla con puntos importantes que reestablecen el orden del sistema familiar, además de facilitar el proceso de duelo. Si decides usarla, puedes buscar a una dos dos personas que te acompañen y te contengan. Puedes leerla en voz alta y cerrar el ritual entregando la carta a la tierra ( enterrada), al aire ( soltando un globo), al agua ( mar, arroyo o río) , o al fuego ( quemándola y esparciendo sus cenizas).

 Finaliza diciendo, Gracias, lo siento, te amo.


Créditos a quien corresponda

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